Ice therapy- Baño de hielo

El baño de hielo es una experiencia de inmersión en agua fría que activa tu energía vital, fortalece tu sistema inmune y calma tu mente.

A través de la exposición al frío, aprenderás a gestionar el estrés, aumentar tu resistencia y conectar con tu capacidad de adaptación.

El agua helada, te da acceso a las memorias que quedaron congeladas por el dolor. Así como el sistema nervioso se protege, el hielo te invita a sostener estas sensaciones transformándolas. 

Más que un experiencia física, es un viaje profundo de liberación y presencia, donde el agua helada se convierte en un espejo de tu poder interno.

  • Reducirás la inflamación y el dolor: El frío ayuda a disminuir la inflamación, aliviando dolores musculares y articulares.

  • Mejorarás la circulación sanguínea: La exposición al frío favorece la vasoconstricción y la posterior vasodilatación, optimizando el flujo sanguíneo.

  • Fortalecerás el sistema inmune.

  • Sentirás activación y claridad mental: El impacto del frío eleva la producción de noradrenalina y dopamina, aumentando la concentración y la energía. 

  • Te ayudará en la quema de calorías: debido a que generas grasa parda.

  • Podrás liberar bloqueos emocionales: Puedes acceder y transformar memorias o emociones congeladas por el dolor, permitiendo una liberación emocional profunda.

  • Sentirás una recuperación física acelerada: Es una técnica común en el deporte para favorecer la recuperación muscular y reducir la fatiga.

  • Puedes sentir una mejora del sueño: La regulación del sistema nervioso a través del frío puede favorecer un descanso más profundo y reparador.

Beneficios

Contraindicaciones

  • Problemas cardíacos o de presión arterial: Las personas con hipertensión, hipotensión o enfermedades cardiovasculares deben consultar con un profesional de la salud antes de practicarlo, ya que el frío puede suponer un estrés para el corazón y los vasos sanguíneos.

  • Embarazo: El baño de hielo puede ser demasiado intenso para mujeres embarazadas, sobre todo en etapas avanzadas. Es recomendable buscar asesoramiento médico antes de realizarlo.

  • Trastornos circulatorios: Quienes padecen problemas de circulación, como la enfermedad de Raynaud, deben tener especial precaución, pues la vasoconstricción generada por el frío puede agravar los síntomas.

  • Trastornos psiquiátricos graves: Personas con diagnósticos como psicosis, esquizofrenia o trastorno bipolar en fase activa pueden experimentar un aumento del estrés o reacciones emocionales intensas. Se recomienda supervisión médica y psicológica.

  • Hipotermia o sensibilidad extrema al frío: Si alguien es muy sensible al frío o tiene riesgo de hipotermia, debe tener cuidado y limitar la exposición para evitar complicaciones.

  • Lesiones o cirugías recientes: Tras una operación o con heridas abiertas, el frío puede entorpecer la curación o generar molestias adicionales. Lo ideal es esperar a la recuperación total.

  • Fase premenstrual y menstrual : En estas fases de ciclo no se recomienda la exposición a bajas temperaturas. En la fase premenstrual la cantidad de progesterona es elevada, hay retención de líquidos, inflamación y alta sensibilidad. En la fase menstrual los niveles hormonales son bajos y la temperatura basal también, el útero pide calor.